Esta reseña contiene spoilers.
El comienzo perfecto para una serie de la nobleza puede simplificarse a querer dar la mejor primera impresión, y eso fue lo Scarlet El Vandimion logró con su gran primera acción, darle un golpe directo a la que se pinta como villana de la serie.
Es increíblemente satisfactorio cuando te dan lo que vienes a buscar y May I Ask For One Final Thing?, supo darme lo que vine a buscar, entretenimiento de calidad en una época de nobleza o de la edad media y fantasía cargado con humor y una historia fresca en muchos aspectos. Acompañado de un gran trabajo de animación por parte de Liden Films y de una gran actuación de voz, vale la pena darle una oportunidad a esta serie.
Al principio se puede conocer el trasfondo que da lugar a la historia aunque en los primeros minutos no entendamos que llevó a la situación sí que es increíblemente cliché todo el escenario, pero lo bueno es como scarlet da un giro de 360 a la historia con sus acciones en un primer momento y todo se resume en la respuesta de nuestra villana con un pequeño insulto empieza todo el desenfreno que coloca a esta serie como única.

La vida de Scarlet no ha sido fácil y su destino parece haber sido condenado desde el primer momento en el que nació aunque es una chica muy lista y apreciada, tuvo el infortunio de la prometida del segundo príncipe, un personaje para nada agradable y sobre todo un pusilánime en su máximo esplendor, no obstante con tanta adversidad supo reponerse y lograr así avanzar como una de las mejores de su clase en todo aspecto, ferviente creyente de la justicia y amante de la justicia por mano propia.
Toda la relación entre el segundo príncipe y Scarlet llega a un punto increíblemente peligroso cuando este quiere cortar su cabello, un acto increíblemente malévolo que permite odiarlo más desde sus primeras apariciones y da el suficiente motivo para poder conspirar contra él, pero los intentos de estoicismo de Scarlet parecen llegar a se limite cuando esto sucede. Por suerte, el primer principe estaba cerca y lo evita y, sin embargo, no es lo mejor que pudo haber pasado.

Gracias a este momento el inicio de la relación de Scarlet con el primer príncipe que parece ser perfecto, hasta que te das cuenta de que es un poco torpe o al menos no es muy delicado con sus palabras, en todo caso, la personalidad algo presumida del primer príncipe se ve atraída por Scarlet, ya sea de curiosidad o simpatía, este encuentro permite el acercamiento propio de ambos. Esto permite librarse del segundo príncipe por algún tiempo, y permitió revivir ese lado más expresivo (aunque inconscientemente) de la antigua Scarlet a la que daba puñetazos a los nobles insensibles por todo el reino.
Con todo este flashback que se nos dio volvemos al principio del episodio, que nos da un contexto de lo que está a punto de suceder con Scarlet quien el segundo principe ha roto su compromiso por su propio capricho trayendo a la villana más cliché de las historias como su nueva prometida y dándole a Scarlett la libertad que había perdido de pequeña para ajusticiar a los malos con sus manos, convirtiendo el salón en un ring de pelea callejera de al menos 10 contra 1 en el que con sus increíbles guantes hace volar dientes por los aires. Una escena perfecta que trae de vuelta el carácter que se había quedado guardado desde hace tiempo atrás, y da el comienzo perfecto para una serie de evento desconocido, pero emocionantes, con muchos desenlaces, pero sabiendo que Scarlet le plantara puños a quien lo merezca.