Esta reseña contiene spoilers.
Como una de las series más esperadas de esta temporada tenía altas expectativas acerca de su adaptación a anime, y se cumplieron perfectamente, el camino de Akira Oda en este mundo de fantasía ha sido prometedor en esta primera vista donde se pudo acompañar increíblemente una dirección de escena increíble junto a una dirección de arte que simplemente apunta la mejor de la temporada.

Más allá de lo técnico, la historia de Akira Oda y «My Status as an Assassin Obviously Exceeds the Hero’s», me sorprendió gratamente y me fue grato apreciar un isekai que traiga algo distinto a la ecuación. Akira tomando inicialmente una participación más cauta de todo lo que rodea, aunque inicialmente me decepcionó que aun algunos de los personajes sigan siendo vistos como ingenuos, es refrescante ver a un personaje principal actuando razonablemente frente a lo desconocido.
La aparición de Saran Mithray es un poco confusa, ya que en tanto existe esta aura de incertidumbre que rodea a todo el mundo desconocido por lo que su presencia a veces me permite dudar de si Akira peca de ingenuidad o no, sin embargo, a lo largo de varios eventos pude sacarme algo de esa duda de encima aunque no completa.
Cunado se está entrenando para convertirse en un caballero que luche al lado del héroe, hay varias cosas que no se pueden dejar pasar por alto y es la preparación misma que hay física y mentalmente. Con ello en mente las actuaciones de Akira frente a la pelea que tuvo frente al minotauro me deja pensando que entrenamiento tuvieron los demás personajes y este es un punto que toma ciertas características de los personajes secundarios, que creo es un punto débil cuando hay muchos personajes de fondo en un isekai.
Sin embargo, este primer episodio pinta muy bien dando paso a una historia llena de misterios y posibles momentos dramáticos de Akira, que en general da la impresión de ser un buen disruptor en el mundo que lo rodea, es callado, pero no tímido así que lo que suceda en el siguiente episodio definirá como es que se puede ver así mismo como un héroe de otro mundo o como un paradigma en los isekais.




