La situación ha generado preocupación en la industria del anime, al poner en evidencia posibles prácticas irregulares en la producción de proyectos compartidos.
Muchas de las historias que vemos en los animes y que acaparan las vitrinas de Japón vienen originalmente de la mano de autores y autoras que nos cuentan historia increíble, fantásticas, dramáticas o cómicas, gracias a ellos es que un negocio completo fue creado llevando estas obras a serie animadas que hoy en día están en boca de todos. Por ello no extraña el crecimiento del anime en la última década, gracias a este componente de éxito entre historias, pero algo de lo que no se habla mucho es como esta industria ha dado un trato más que cuestionable a las personas detrás de cada una de estas acreciones.
Si bien se ha hablado de como el salario de los trabajadores de la industria no ha visto reflejado el crecimiento económico que si lo ha hecho la industria año con año, cada día suenan más casos donde la mala práctica es la reina de la controversia, así lo expresó en el más reciente caso el Studio MAF (de ahora en adelante MAF para abreviar), un estudio independiente que trabaja generalmente con otros estudios más grandes para el desarrollo de animes como terciarios.

¡Este último, realizó una denuncia pública el pasado 20 de abril a través de sus redes sociales donde menciona como tuvo un trabajo colaborativo para un anime del estudio ENGI, filial de Kadokawa y que ha sido responsable de adaptaciones como Full Dive, Uzaki-chan Wants to Hang Out! ω y más recientemente Medalist o Unnamed Memory. La denuncia principalmente se basa en como MAF recibió una petición de un trabajo por encargo de ENGI para la realización de un anime.


Según afirma MAF el trabajo estaba siendo realizado sin contratiempo incluso habiendo entregado los Layouts de la obra, una fase de la producción muy avanzada en el desarrollo de una serie animada; sin embargo, hasta ese momento a pesar de haber avanzado tanto en el trabajo encargado ENGI, se realizó sin que se firmara ningún NDA (acuerdo de confidencialidad) ni contrato formal por el trabajo encargado. MAF se encontraba en plena fase de supervisión de animación cuando se dieron cuenta de que no contaban con respaldo legal alguno.
Por ello, ante el riesgo de no recibir ningún pago, el estudio decidió hacer pública la situación como una forma de alertar a otros estudios y trabajadores freelance de la industria para que no caigan en casos similares.
Con esto mencionado Fukae Noburu representante de Studio MAF, también compartió una experiencia anterior reflejando que no es la primera vez que situaciones como esta ha pasado con ENGI, Según relata, en su cuenta de X, cuando el equipo aún formaba parte del estudio Graphinica, ya se habían presentado problemas de responsabilidad y falta de seguimiento en proyectos anteriores, lo que lo obligó incluso a completar trabajos bajo condiciones extremas. La falta de formalización en los procesos y el abandono de tareas asignadas parecen ser una constante preocupante en este tipo de estructuras de producción.
La respuesta de ENGI aún no ha sido compartida y no se conoce detales acerca de su situación actual. No es la primera vez que el estudio cae en estas acusaciones y aunque la mayoría de estas no salgan a la luz, portales como Open Work o jobtalk que permiten consultar reseñas de trabajadores y extrabajadores de varias empresas, le dan a ENGI una calificación por debajo de las 3 estrellas de 5, aludiendo a temas como el trato, subsidios la dificultad para escalar en la pirámide laboral dentro de la empresa y su situación económica salarios base bajos entre muchas otras razones que dejan mal parada a la empresa.
Fuentes: Comunicado en X por parte de Studio MAF, Jobtalk, OpenWork, Cuenta en X de Noboru Futake